Cómo utilizar tu ámbar

Propiedades del ámbar

Al ÁMBAR se le atribuyen las siguientes propiedades:

  • Te aporta fuerza para afrontar cualquier reto que se te presente.
  • Es ideal para trabajar con él cuando te sientas bloqueado o desconectado de ti mismo.
  • Hace aflorar tus mayores cualidades.
  • Aporta una visión optimista.
  • Hará que tu energía se vuelva magnética.
  • Es perfecto para trabajar tu autoestima y la seguridad en ti mismo.
  • Favorece el despertar espiritual.

¿Cómo lo utilizas?

LIMPIEZA Y PROGRAMACIÓN

Primero de todo, límpialo con incienso o con palo santo o incluso, también lo puedes dejar encima de un disco o cuenco de selenita. 

Identifica qué objetivo te gustaría conseguir con ayuda del ámbar, atendiendo a sus propiedades. Prográmala con una afirmación positiva relacionada con tu objetivo. Cuanto más específico seas, mejor.

Por ejemplo, si estás sumido en una mentalidad negativa y de víctima, y quieres cambiar y tener una actitud más positiva y optimista.

VISUALIZACIÓN

Se dice que el ámbar es un mineral que facilita el despertar espiritual, de modo que, esto también lo hace muy especial para meditar y visualizar.

Visualiza aquello que desees manifestar mientras sujetas en tus manos el ámbar, aunque también podrías utilizar varios minerales a la vez, como por ejemplo, una esmeralda, que también es ideal para manifestar.

JOURNALING

Una vez hayas decidido en qué te puede ayudar el ámbar, escribe sobre ello. Una forma de mejorar y trabajar nuestro crecimiento personal y cualquier área de nuestra vida es profundizando en ello, y una de las mejores formas de hacerlo es a través de la escritura.

TOMA ACCIÓN

Una forma de llevar cierto control y darte cuenta de si estás implementando pequeños cambios o mejoras es a través de un tracker de hábitos. Además, ver que vas cumpliendo tu palabra, día tras día, te motivará muchísimo.

EL DÍA A DÍA

El ámbar lo veo un mineral algo frágil para llevar en el día a día con nosotros, ya sea en el bolso, en la mochila, etc. Así que lo utilizaría en casa, por ejemplo, en las mañanas, para empezar con buena actitud el día, así como cuando activamente hiciera alguna de las actividades que te acabo de contar, como visualizar o escribir.

¿Cuándo dejo de utilizarlo?

Cuando hayas cumplido tu objetivo o cuando quieras perseguir otro objetivo nuevo. Que cumplas tu objetivo no significa que tengas que dejar de trabajar con el ámbar, si no que puedes limpiarlo y volverlo a programar de nuevo, con un nuevo objetivo.

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